Los grandes acontecimientos universales
son recurrentes por las intransigencias, los que luchan desde abajo para imponer los cambios son siempre espíritus valientes,
decididos y jamás se entregan. Cada batalla es un trance apocalíptico, pero hace de la victoria un jalón para el género humano.
No se deben confundir los conceptos de intransigencia, con fanatismo. El no transigir, amar a la idea por la que se lucha,
potencia fuertemente al espíritu que moviliza todas las energías para llevarla a la práctica, haciendo a la dimensión del
alto designio, pero siempre y sin excepción, con muchas amarguras, tensiones y una gran incomprensión. Debemos creer fervientemente
en el concepto de la intransigencia de Leandro Alem, y espero que al leerlo nuestros jóvenes lo incorporen para la
lucha que les depara la vida. ..."Yo sostengo y sostendré siempre la política de los principios; caiga o no caiga; nunca
transaré con el hecho; nunca transaré con la fuerza; nunca transaré con la inmoralidad; ¡nunca transaré con los conculcadores
de las instituciones y las libertades públicas! ¡Nunca esperaré el desenlace de ciertas situaciones para entrar en ellas;
he de luchar siempre como fuerte y como bueno; sean cuales fueran los resultados, porque para mí la idea moral es la única
que puede regenerar la sociedad..."! "Que se rompa, pero que no se doble". Los acontecimientos trascendentes deben
ser en el seno de la humanidad motivaciones que emitan gritos potentes de libertad y amor. Con hombres capaces, honestos y
valientes, se logra vencer en los designios del camino providencial; supieron darle claro perfil, transformaron a la estructura
periodística en una empresa humana intransigente, con principios morales acordes a los tiempos necesarios que han de llegar,
enarbolando las banderas del vocablo más sagrado: LIBERTAD, en su caso la de expresión; en la LIBERTAD
DEL HOMBRE, -egregio término- poder vivir con dignidad, no siendo esclavo de las pasiones de los ineptos
y corruptos gobernantes. Pensemos y defendamos como lo hicieron algunos para producir los cambios vitales, exijamos en consecuencia.
Se debe trabajar con este basamento moral y principista de la intransigencia de los sagrados valores del género humano.
Si la prensa defiende con valor y equidad a la justicia, a la verdad, y se coloca del lado de los que gritan en el desierto;
entonces se está elaborando un conjunto de ideales donde hasta el ser más pequeño responderá con energía para resguardar a
quienes lo defienden. Deseo contar una historia interesante. Había que pelear contra el poder mundial de la prensa
y esto ocurrió: entre la década del sesenta y el ochenta, la Unesco
patrocinó la creación de un periodismo alternativo, convencida de que la llamada "gran prensa" con su adhesión al poder mundial
comunicacional, había desvirtuado su razón de ser: informar objetivamente, ilustrar, difundir equilibradamente. Ocurría
que en la XVI Asamblea de la Prensa Mundial, celebrada en la ciudad de Nueva York, siendo utilizada como
anfitriona la Universidad de Columbia, a fines del año
1959, se diseñó el patrón mundial, y para América latina era: "Con la
Revolución Cubana y sin anuncios, o contra esa Revolución y con anuncios". Meses después, el poderoso holding
de Sears Roebuck arremetió contra El Nacional de Caracas, desatando un boicot que no tenía paralelo en el continente. El periódico
se defendió con toda la garra de sus convicciones y sorteó la arremetida publicando ediciones simultáneas en varios estados
del país. Eludía de esa forma el bloqueo publicitando anuncios locales, pequeños, que no estaban sujetos ni a las grandes
agencias de publicidad ni a los anunciantes transnacionales; siguieron cientos de estas coacciones en el ámbito universal.
Estudiando el fenómeno de la concentración monopólica de las noticias internacionales, se llegó a la conclusión de que
el tercer mundo era una región subinformada. El fenómeno golpeaba mayor intensidad a nuestra porción de América. La mayoría
de los "magnates de la prensa" que poseían otras áreas en la actividad empresarial, descubrieron la necesidad de comprar los
medios para ponerlos al servicio de sus negocios e intereses. Y los periodistas fueron sustituidos por hipócritas que incrementaban
fuertemente sus cuentas bancarias y sacaban altos beneficios en las recepciones políticas y diplomáticas. Desde aquí se impuso
el silencio a los pobres, a las causas nobles y a todas aquellas donde el espíritu era el principal protagonista. LA LIBERTAD DE PRENSA AGONIZABA DE MANERA INMORAL. Un seminario
que se dictó en el instituto Dagmar de París convocó a la mayoría de los más brillantes teóricos de la información para que
diagnosticaran el fenómeno del nuevo orden informativo internacional. Se creó una comisión sobre problemas de la comunicación,
presidida por el irlandés Sean Mac Bride, premio Novel de la Paz. Formaron parte de dicha comisión Gabriel García
Márquez (colombiano) y Juan Somavía, presidente de la
Organización Internacional del Trabajo(chileno). En 1980, la
Unesco apostó con decisión por variar ese imperialismo informativo y cultural que ponía en peligro la libertad
de información y la diversidad de las culturas. Para ello, elaboró el conocido Informe Mac Bride presentado en Belgrado
bajo el título "Un sólo mundo, voces múltiples"; -esta realidad menoscababa el concepto de LIBERTAD- La información
no era mercancía, sino un bien social y se apostaba por una mayor participación de organizaciones como ONG, entidades corporativas
y universidades en los medios de comunicación. Demasiada confrontación para el segmento norteamericano, que a fines de 1984,
junto a Gran Bretaña y Singapur, acusaron a la Unesco de
restringir la libertad de prensa y la iniciativa privada. La publicación fue saboteada; pero finalmente se atrevió a editarlo
el Fondo de Cultura Económica de México. Había sido un importante triunfo para formar conciencia en los periodistas sobre
el atropello de la realidad manifiesta. Y esa conciencia no se erradicaría jamás. No podrán mientras haya un verdadero periodista
en el mundo que quiera ejercer su profesión con la dignidad que ella misma imprime, sustentada en la misma ley que rige a
todas las ciencias sociales. Sean Mac Bride fue fundador del Partido Republicano Irlandés; negoció los últimos
vínculos de Irlanda con Inglaterra; había sido distinguido con el Premio Nobel de la
Paz, en 1974, y les resultaba muy difícil amordazarlo, era demasiado bizarro y decidido pugnando por la LIBERTAD DE PRENSA. Debemos rendir homenaje al sitial de honor
de la prensa independiente, convencido de que esta reflexión no es solamente mía, sino de la mayoría de los hombres y mujeres
del mundo. Agradecemos a los protagonistas que nos enseñaron con su bravío ejemplo el camino por seguir.
Es la falta de valentía, como el capitalismo
salvaje y la superficialidad intelectual, de los actuales "conductores" la que nos llevará a la crisis final; por ello
vendrán nuevos tiempos y nadie podrá dejar la lucha. Paradigmas e ideales, exigirán con la omnipotencia de la libetad
y el amor al género humano: la irreversible revolución universal.
DECLARAN CIUDADANO ILUSTRE |
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