6 de Sep. 2008
PUSILÁMINES QUEDENSE CALLADOS
EN SU CASA.
La
libertad requiere de grandes sacrificios es posible que en historia los hombre que ofrendaron sus vidas por librarse de sus
cadenas o del yugo de la esclavitud sean millones, defender la libertad es una de los signos mas sagrados que tienen todo
persona que se precie de tal. La Francia que nos enseño “Libertad, Igualdad y Fraternidad”,
no hubiese sido tal sin existir un hombre que “entrego” su vida en aras de la libertad, me refiero a Emil Zola,
en “Yo Acuso” y la verdad llegó contra todo el poder de un ejercito que tapaba los misterios del espionaje para
Alemania. Peleo y se defendió sin excusas, sin límites, sin cobardías, sin restricciones ni siquiera pensando
en su comodidad, ya era famoso por sus obras, pero cuando comenzó a defender a Dreyfus le trataron de avasallar su casa, su
familia y situación, pero siguió adelante hasta la libertad. Cayo Mucio Escévola, el héroe romano que
en la guerra sostuvo al pueblo romano contra el rey etrusco Lars Porsena, quien, aliado con Tarquino el Soberbio, pretendía
reestablecer a este último el trono de Roma. Cuando va al campamento de Porsena al instante los soldados de la guardia real
lo atrapan, por orden del rey enarbolan antorchas y amenazan con someterlo al fuego si no contesta a sus preguntas: quién
es, por dónde llegó y cuántos se hallaban con él. Entonces Cayo Mucio Escévola, condenándose y demostrando absoluta entereza,
introduce su mano derecha en un brasero que tenía a su lado, y a la par que el fuego consume rápidamente su carne, entre el
terrible sonido y vaho de la combustión, exclama con total impasibilidad: "Poca cosa es el cuerpo, para quien sólo aspira
a la gloria". Con estos hombres se levanta la patria y hasta un continente, no con pávidos, miedosos, y asustadizos.
Existen muchas historias en nuestra Latinoamérica por las luchas de nuestras Independencias de España y Portugal, grandes
que quedarán para siempre bruñidos en acero sus soberbios rostros en bustos para la humanidad tomando a éstos como marcos
de referencia para la gloria.
Baltasar Garzón sepa Ud. que el mundo mira que ha desafiado a estructuras de poder verdadero,
que harán perversidades con tal de mantener sus bienes y su condición social, tanto sectores empresarios como religiosos comprometidos,
no les interesa que se llegue hasta el hueso de la verdad, pero también sepa que somos millones los conocedores del horror
de la guerra civil española y que pediremos al Altísimo que llegue hasta la mas pura esencia de la verdad.
Aquella “persona”, en éste caso sinónimo de asesino que mandó a matar a seres humanos no merece el título de persona,
es un criminal, por mas que se arrogue la condición de libertador, o padre de la nación, etc., etc.,. Siempre tienen la
Constitución de la patria como sabia y casi perfecta ante las grandes decisiones a tomar. Por ello llamarse
cristianos enterrando el dogma no tiene fundamento de ninguna especie. A quien le mataron a un ser querido padre, hermano,
amigo, vecino, compañero, niño, poeta o simple montañés jamás se olvidara de esa injusticia y si piensan que se fue borrando
con el tiempo, no es así. Las historias escritas por verdaderos narradores de la verdad nunca renunciarán a sepultar con nombres
y apellidos esa época de mutilación a la patria española. Escribo no siendo monárquico pero si el pueblo lo
aprueba que así sea, respetar para poder ser respetado, por todo ello la gesta que inicia Baltasar Garzón es la única –si
se lo permiten- que puedan sellar para siempre las puertas del panteón de seres que murieron por órdenes y otros defendiendo
la libertad de su patria, a ellos les rindo mi humilde homenaje a hombres, mujeres, niños y ancianos dignos del máximo reconocimiento
y solicito una llama votiva perpetua para que acompañe a esas almas a descansar en paz. No importa esta
historia de la renuncia de Primo de Rivera el 28 de enero de 1930, le sucedieron al frente del gobierno el general Dámaso
Berenguer (enero de 1930—febrero de 1931) y el almirante Juan Bautista Aznar (febrero—abril de 1931). Esta es
la historia del gobierno –no sirve-, estamos buscando Justicia, que el Derecho sea el paradigma de este amanecer donde
saldrá el sol para siempre. Este artículo desea mostrar como los factores de poder llevaron a la crisis que
desembocó en crímenes de lesa humanidad que jamás prescribirán, solo que al saberse cada parte de la verdad se habrá cumplido
con la conciencia republicana, y con todos aquellos que sufrieron crueles matanzas, torturas y desapariciones. A todos éstos
que Dios en su omnipotente poder los tenga en la gloria. !--[IF>!--[IF>![ENDIF]-->![ENDIF]-->
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