Sería muy fácil dejar que el sentimiento aflore sin restricciones,
que se encuentre libre y que los miedos desaparezcan, debemos decir la verdad cruda, cruel, pero real y tangible.
El mundo sigue en el caos; creen que se podrán salvar los “privilegiados”,
por su posición de poder, ya que le otorgaron a los grandes financistas, como algunas multinacionales, mucho dinero, que amenazan
con la bancarrota. Bancos privados que hoy en los EE.UU. son socios con el Estado por la
compra de acciones, ¿esto es el liberalismo económico o la plusvalía marxista?
¡Bárbaros!, gobernantes sin escrúpulos solicitan a los congresos de
los países centrales, y estos por no contradecir a los poderosos en parte dueños de la prensa -hacen lo que les instruyen-,
por eso llegaron, para cumplir con las órdenes emanadas de quienes los hicieron alcanzar el sitial de privilegio, encumbramiento,
fama, y “poder”.
Indecentes no se detienen a pensar en los seres humanos, en criaturas
desesperadas de voracidad, sed, inmundicia; la verdadera indigencia, como la cruel hambruna, esa que aparece fugazmente en
los medios de comunicación, y que solo los valientes las rescatan para ser mostradas en los ámbitos de ese infausto poder
financiero.
Recuerdo con orgullo cuando se le otorgó el Premio Nóbel a Sean McBride
por haber publicado las verdades sin pretextos que la mayoría de los intereses periodísticos ocultaban. El se animó a decir
sin miedo con las muy caras las consecuencias. Sin embargo unos cuantos hombres,
bien hombres, sin mirar a su alrededor, ni a ellos mismos, se lanzaron con la furia de un huracán a mostrar los horrores
y las grandes mentiras, cómo se informaba al mundo, y lucharon con todo tipo de amenazas, pero la convicción y el amor a la
libertad fueron mas fuerte que la misma estructura mundialista. Tuvieron éxito, pudieron publicar ante la oposición de la
prensa mundial en su mayoría, el inolvidable libro: “Un solo mundo, voces múltiples”, fue la Editorial
recuérdenla a pesar de las enormes presiones. Fue el “FONDO DE LA CULTURA ECONÓMICA” de MÉXICO quién publicó esa obra que la historia la recordará.
Sean McBride fue el Presidente de la Comisión Internacional que se encargó de este estudio. En el documento se establecieron
los principios, las acciones y los puntos en los que debería basarse ese Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación.
Sean McBride fue un abogado irlandés. Además, llegó a ser el Premio
Nóbel de la Paz en el año 1974 y fue galardonado con el equivalente
al Premio Nóbel soviético, el Premio Lenín, en 1977. En 1977 la UNESCO
le nombró Presidente de la Comisión para el Estudio
que daría lugar al famoso y valiente Informe McBride:
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Eliminación
de los desequilibrios y Desigualdades entre el tercer mundo y los países desarrollados
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Erradicar los efectos negativos que se producen por la creación de monopolios
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Liquidar las barreras, tanto internas como externas, que impiden la libre circulación y una difusión
equilibrada de la información
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Garantizar la pluralidad de las fuentes y los canales de la información
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Garantizar, a su vez, la libertad de prensa y de información
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Aumentar la capacidad de los países del tercer mundo para mejorar la situación, el equipamiento
y la formación profesional de los periodistas
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Respetar la identidad cultural y el derecho de cada país de informar a los ciudadanos del mundo
de sus aspiraciones y sus valores, tanto sociales como culturales
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Respetar el derechos de todos los pueblos del mundo a participar en los flujos de información internacionales
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Respetar
los derechos de los ciudadanos de acceder a las fuentes de información y de participar activamente en el proceso de comunicación.
Por supuesto que para el poder mundialista había
fracasado, pero hoy necesitamos a muchos valientes, y a otros que piensen en los que no pueden gritar, tienen las bocas cosidas
con gruesos hilos y sus brazos atados con fuerte cadenas. Pero han comenzado a renacer muchos Mac Brides y otros que no callarán.
La pelea ha comenzado y somos todos, menos un dos por ciento.