EL HAMBRE: es la nueva versión de la esclavitud
Para comprender bien el problema del hambre, conviene considerar todo el conjunto de las causas,
que fueron por años asolando los países. Las estructuras de la cual los gobiernos son colocados, y manejados como marionetas,
la codicia y la falta de escrúpulos llevaron al empobrecimiento y afectación del medio ambiente en los países periféricos.
Y ahora se horrorizan los organismos mundiales que permitieron por su autorización este estado de espanto.
El hambre es una amenaza una profunda y dolorosa máquina de matar a seres totalmente indefensos, ¡que
injusticia!, ¡que insensibilidad! mirar a esos seres humanos que poseen cuerpo y alma y se los ve como radiografías humanas.
Que harían estos poderosos de la Comisión Trilateral, Club de Roma, Grupo Bilderberg, C.F.R.
y muchas mas como los organismos mundiales, con su máscara de bienaventurados como Dick Cheney socio con Bush en las compañías
petroleras entre ellas la Halliburton que elevó sus
ingresos en un 62% gracias a contratos en Irak; decidió alterar los informes reales y generar las guerras en Medio Oriente.
Si a ellos le ocurriera o a sus hijos, tener esos cuerpos mutilados por la hambruna, ¿que harían a parte de embriagarse?.
Los hambrientos son seres humanos poseen dignidad, seguramente mucho mayor que la nuestra, solo que
sus frágiles gritos mueren en el silencio del desierto, no tienen quién los defienda y solo son números para los negocios
del hambre. Negocios que ya fueron detectados, entregan porciones significantemente disminuidas a esos muertos vivos. Una
carencia grave y prolongada de alimentos provoca un grave deterioro del organismo, apatía, pérdida del sentido, indiferencia.
Grupos enteros se ven condenados a morir en la degradación. Esta tragedia, desafortunadamente, se repite en el transcurso
de la historia, -pero no como ésta-; sin embargo, hay conocimiento por algunos órganos de difusión y por la Internet, mucho más que en otros tiempos.
La hambruna no tiene un adjetivo que defina su verdadera dimensión, constituye una perversidad, una
acción que solo Satanás puede aprobar y conducir.
Hasta el siglo XIX, las oleadas de hambre que diezmaban a enteras poblaciones procedían, por lo general,
de causas de atrasos tecnológicos y sin duda por intereses. Hoy día están circunscritas en todos los casos son producto de
estrategias de comportamiento humano. Es necesario saber para convencerse de ello: que esto ocurre gran parte de todos los
continentes.
Y ahora hablan y se rasgas las vestiduras con mas de mil millones de hambrientos. Hipócritas, ustedes
lo generaron y ahora roban lo que queda en las arcas de los Estados ¿es para no quebrar?, llevándose en forma corporativa
y festejando el nuevo gran robo global.
La ciencia hace muchos años que podría haber diezmado a la hambruna, con las riquezas que existen esparcidas
en los mares, en los continentes, en el aire.
Basta de robar y matar. Época que el hombre, posee la tecnología de alimentos sintéticos, de vitaminas
y aminoácidos esenciales, pero eso está prohibido, deben matar a millones de personas, la teoría Maltusiana para recobrar
sentido, los que quedan serán esclavos del nuevo siglo.
Ser indigente significa verse fácilmente atacado por los numerosos peligros que comprometen la supervivencia
y tener una menor resistencia a las enfermedades físicas. Las primeras victimas son siempre los individuos más indefensos:
niños, mujeres embarazadas o que amamantan, enfermos y ancianos. Hay que señalar también otros grupos humanos en gran
peligro de deficiencia nutricional: las personas refugiadas; las que se han desplazado en sus propios países, las víctimas
de acontecimientos políticos.
Este no es un simple escrito, es un pedido a que respondan, ayuden, se muevan, hablen en foros internacionales,
no permitamos morir a quienes por culpa de estructuras multinacionales y organismos mundiales permitan este latrocinio.
Y sepan que esta crisis no termina como se ha planeada, aquí ha de surgir nuevos líderes que las circunstancias
los llevarán a tomar la conducción de países, luego se desparramará como pólvora y veremos entonces quién está dispuesto a
lanzar desde aviones teledirigidos los explosivos, porque ahí también estarán sus propios familiares.